Si otra vez el Virus, pero no solo eso, ya lo sabemos, ya lo venimos viendo, la tecnología ya ha reemplazado millones de funciones que antes desarrollaba la fuerza laboral de un país, outsourcing, outplacement, downsizing, son términos que se han hecho de uso diario en los departamentos de recursos humanos de cualquier empresa en el planeta. Eso lo sabemos, no es nada nuevo.
Pero la verdadera razón por la cual nos vamos a quedar sin “puesto”, es por que estamos despertando, somos nosotros mismos, la fuerza laboral del planeta la que esta haciendo consciencia de esta pesadilla en que se ha convertido el mundo corporativo. En este modelo que nos vendieron y nos succiona la vida minuto a minuto, encerrados en un cubículo de mierda con una luz de neón como un pollo en un galpón.
Los “trabajos” o puestos laborales a nuestra disposición hoy, buscan mano de obra eficiente, barata, actualizada, con el compromiso de dar el 120% del esfuerzo o mas. Ejecutivos sin vida que son explotados al máximo, que no se bajan de un avión, que tienen jornadas laborales de 18 y 20 horas diarias, que al salir de la oficina, siguen conectados por WhatsApp, con teleconferencias e e-mails que responder al minuto.
Cualquiera se quema de esta manera. Esos pocos trabajos son los verdugos, una y otra vez de “ejecutivos del siglo XXI”, que vienen y van. Hoy el Director Comercial para Latinoamérica y el Caribe es Juan, seis meses después es Pedro y ya nadie se acuerda de Juan. Pedro empieza con su tanque de energía al 100% pero se irá desgastando a medida que sus días se consumen en un esfuerzo sobrehumano, como los congoleses en las minas de oro del nuevo continente siglos atrás.
Seguramente usted ya se dió cuenta. Es consciente de la mierda en que se ha convertido su dia a dia, sin casi tiempo para dedicarle a su familia, sus hijos crecen creyendo que usted esta de viaje siempre , pues sale a trabajar antes de que se despierten y llega cuando ya están dormidos. Dá igual si esta de viaje o simplemente vendió su alma a cualquier Corp. Inc. Sas. Sa que importa, sus hijos crecen sin su madre, sin su padre, socavando la unidad familiar lentamente y aumentando la estadística de divorcios, de suicidios de neurosis, o de lo que sea que lo está limitando a usted a vivir una vida plena.
Es muy posible que usted también está cansado de esas largas horas entre el tráfico, de esas reuniones inocuas eternas, de esos egos profesionales que ocultan la vergüenza y la falta de autoestima, viendo cómo su vida transcurre y se graba en los libros notariales y bancarios como un número de identificación mas, como una estadística o un dato en una base informativa de cualquier computador en Estonia o Lituania. Como su paso por este mundo se dá sin pena ni gloria.
Pero claro, hay que conseguir dinero, hay que pagar las cuentas de esta calidad de vida que nos estamos proporcionando, a nosotros, a nuestras familias. ¿Quién va a pagar mi cuenta de Netflix? ¿Quién va a pagar la cuota hipotecaria? ¿Quién va a pagar el colegio de los niños? Caímos en esa carrera de ratas esa imagen tan apropiada que Kiyosaki describe en sus libros, dónde entramos en un ciclo de inconsciencia y neurosis, donde debemos ir a trabajar para poder pagar las cuentas de los bienes o servicios que hemos adquirido influenciados por la sociedad de consumo, se presenta como el modelo de esclavitud del siglo XX y XXI, y como alguién, algún día lo describió de una manera magistral: Le damos sentido a nuestra vida “comprando cosas que no necesitamos, con dinero que no tenemos, para impresionar a quienes no nos importan”.
Al final ese puesto laboral que usted tiene hoy, ya no estará, se acabará, bien sea porque llegó un joven de 24 años con dos maestrías y tres idiomas dispuesto a hacer lo que usted y su compañero hacen por una fracción de su salario, o porque usted tuvo las güevas de despertar e ir por su vida, ir por lo suyo, con coraje, enfrentar la vida y buscar con creatividad y pasión crear, crear un bien o un servicio que le agregue valor a la sociedad y luego con ese mismo coraje, con el sacrificio y con el esfuerzo que ha demostrado en todo lo que ha hecho en su vida, salir con el cuchillo entre los dientes, esta vez por usted, esta vez por su familia, salir a buscar quien lo oiga, quien vea ese valor y decida comprarlo.
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