Hace un tiempo un gran amigo empresario me preguntó si yo conocía las tres formas de hacer dinero.
Al ser un tipo juicioso y trabajador concentré mi atención en su respuesta: “Las tres formas de hacer dinero son: 1. Trabajando 2. Robando y 3. Negociando, que es entre trabajando y robando”
Este blog que empieza con un chiste, busca responder a la pregunta ¿Cómo generar ingresos?
¿Quién no quiere saber la fórmula mágica para tener dinero? El hombre hace muchos siglos ha estado en búsqueda de la alquimia, la fórmula mágica de cómo convertir cualquier metal en oro. Esto lo sabemos.
Hay un afán en nuestra existencia de encontrar el dorado, queremos creer que existe un camino más corto a la tan anhelada #abundancia.
Se dice que un buen vendedor es el que le dice a uno lo que uno quiere oir: #mentemillonaria #ingresopasivo #libertadfinanciera , son pequeños placebos acompañados de fotografías del neurótico deber ser social: Carros de marca, sixpacks y culos que se salen de la pantalla del celular.
Me confunden estos bloggers e influencers que promocionan el camino expedito con criptomonedas, trading, telares y pirámides que no se terminan de descubrir, me cuestiono cuál de las tres formas de dinero están aplicando, pero con el perdón de la humanidad me inclino por la segunda y la tercera.
Aquí planteo lo que para mí es la forma de generar ingresos:
Crear valor.
No importa lo que uno haga, si está generando valor a otra persona, a la sociedad, será cuestión de creatividad y empeño monetizar el agradecimiento del otro.
¿Que es el dinero sino una expresión de agradecimiento por un bien o servicio que estoy recibiendo?
Ahora, creo que la pregunta debería ser otra. ¿Cómo generar valor a la sociedad?
El dinero es materia y el ser humano es energía.
La energía mueve la materia, así que un primer paso es encontrar ese bien o servicio al que yo quiero y puedo dedicarle gran cantidad de energía, esto se relaciona con la pasión y los propósitos de vida, con un sentido de existencia y una razón de ser.
Se relaciona principalmente con conocerse a uno mismo. No existe mejor inversión que invertir en el autoconocimiento.
Luego viene la creatividad, y el agradecimiento.
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